Uno de los mayores retos al usar hornos de tratamiento térmico es la demanda cada vez mayor de piezas metálicas de alta calidad para las industrias aeroespacial y automotriz.
Estos sectores demandan componentes modernos y capaces de cumplir con los más altos estándares, los cuales generalmente sólo pueden lograrse realizando tratamientos térmicos al vacío.
Hoy en día se requiere fabricar más con menos, sin que la calidad se vea afectada. Por lo que es vital tener en cuenta que la calidad y productividad de un horno es directamente proporcional a la eficiencia de su sistema de vacío.
Una amplia gama de procesos de producción requieren el uso de esta tecnología. El denominador común en estas aplicaciones como la desgasificación del acero, el tratamiento térmico, el secado al vacío o la detección de fugas de helio, es el uso de bombas en entornos industriales difíciles.
Estos procesos necesitan manejar "más que sólo aire" y nuestras bombas de tecnología seca son la solución para lidiar con ello sin afectar la productividad.
En toda industria existen dos formas de aumentar las ganancias:
1.- Logrando una reducción de costos
La reducción de costos sólo resulta efectiva cuando no afecta la calidad y la productividad de la fábrica. Cuando no se tiene una estrategia clara para la reducción de costos, lejos de tener una ganancia, puede haber un impacto negativo en la productividad y generar un ambiente laboral perjudicial.
2.- Aumentando la producción
Cuando se busca aumentar la producción la mayoría de las veces se piensa en agregar más hornos para aumentar la capacidad de fabricación. Sin embargo, esto conlleva tiempos de inactividad costosos y una gran cantidad de desembolso de capital considerando que un horno de tratamiento térmico típico puede costar entre $1 y $10 millones de pesos.
Entonces, ¿cómo satisfacer la demanda y reducir los costos al mismo tiempo?
Si cuentas con un horno y necesitas duplicar tu producción, entonces debes comprar otro horno adicional, pero si sólo necesitas expandir la producción en un 10%, la solución es mejorar tu equipo de vacío.
Para ello el primer paso es dividir el sistema completo en “partes” que tengan sentido, por ejemplo:
Con estas partes definidas, la próxima tarea será medir cómo impactan la calidad del producto o el tiempo que lleva elaborarlo (o ambos). Durante este análisis podrás detectar cuáles son los proyectos de actualización que pueden brindar el mejor retorno de inversión de tu dinero.
Si medimos el rendimiento como la cantidad de componentes o toneladas que pueden producirse por unidad de tiempo, la mejor actualización será aquella que aumente la producción del horno. Pequeñas cantidades de tiempo reducidas en cada ciclo (desde el inicio de una carga hasta el inicio de otra) pueden hacer una gran diferencia en el transcurso de un año.
Por ejemplo, podría pensarse que reducir el bombeo del sistema en un minuto es insignificante, pero probablemente podría pagar un horno adicional al cabo de un año. Lo mejor de todo es que una actualización del sistema de vacío solo causará una pequeña interrupción en el horno mientras se instala.
Actualizar tus equipos puede brindar grandes beneficios:
1.- Expandir la producción
2.- Reducir costos de operación
3.- Brindar una mayor eficiencia.
Con los precios multimillonarios de hornos y largos períodos de recuperación es muy probable que la inacción pueda llegar a costar cientos de miles de dólares al año por pérdidas en la productividad o incluso millones.
Al buscar nuevas actualizaciones de bombas es vital asegurarse de que sean bombas inteligentes que proporcionan funciones de comunicación y control adaptables al PLC, protegiéndolo del error humano y tiempos de inactividad no planificados.
El tiempo de inactividad no programado es posiblemente una de las cosas más costosas que puede sucederle a tu operación y es el resultado de una falla durante los ciclos de proceso. Con las bombas de vacío, el tiempo de inactividad no programado puede minimizarse seleccionando el equipo con un excelente historial de durabilidad.
La mayoría de las bombas secas en el mercado se encuentran en el rango reconstruido de 4 a 5 años. La bomba Leybold DRYVAC puede durar más de 8 años dependiendo de la agresividad de la aplicación. Una menor necesidad de reparación es equivalente a una mayor producción.
Algunos beneficios adicionales que puedes obtener al actualizarte con un sistema Leybold Dryvac / Blower son:
El sistema de vacío moderno puede ofrecer una mejora notable en los procesos metalúrgicos para reducir significativamente los costos de energía y garantizar un proceso de producción más estable. Obteniendo mejoras en la eficiencia energética de los componentes individuales y un mayor nivel de robustez junto con una marcada reducción en el costo de mantenimiento.
Sus características especiales, como los conceptos de motor incorporado, mejoran la estanqueidad, minimizan el consumo de energía y reducen el desgaste de las piezas.
Desde 1850, nuestros clientes en todo el mundo confían en nuestra experiencia y pericia. Leybold ofrece la mejor tecnología de vacío para cada aplicación de tratamiento térmico.
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